El test de deglución es una evaluación especializada para identificar y tratar dificultades al tragar conocidas como disfagia. Este servicio se centra
en analizar el proceso de deglución mediante pruebas como el Método Clínico de Exploración Voluntaria de la Deglución (MECV-V), que evalúa la eficacia del proceso a través de observación y palpación. También se pueden utilizar pruebas funcionales como la prueba de volumen-viscosidad, que permite detectar alteraciones en la deglución según la consistencia de los alimentos o líquidos.

Estas evaluaciones ayudan a identificar problemas musculares o de coordinación que afectan a la deglución asociados a condiciones neurológicas, envejecimiento u otras enfermedades. Tras el diagnóstico, se diseña un plan de tratamiento personalizado que puede incluir ejercicios de rehabilitación y ajustes en la dieta. El test de deglución es clave para prevenir complicaciones como atragantamientos, malnutrición e infecciones respiratorias, mejorando la calidad de vida de las personas con disfagia.

Llevamos a cabo la audiometría tonal por dos vías: vía aérea, que evalúa la audición a través del oído externo y medio empleando unos auriculares audiológicos, y vía ósea, que identifica el umbral auditivo del oído interno utilizando un vibrados óseo. Esta prueba es recomendada para personas que experimentan molestias en el oído como taponamiento, dolor, pérdida de audición o lesiones auditivas como tímpano perforado u otoesclerosis.