Realidad Virtual y vértigo o desequilibrio

La Realidad Virtual ha ganado popularidad en los últimos años debido a sus múltiples aplicaciones, entre ellas la rehabilitación de los pacientes que sufren vértigo o desequilibrio. La Realidad Virtual es capaz de generar ambientes muy reales en los que el paciente se siente fácilmente inmerso. En ellos es posible mover el escenario de forma interactiva, combinando movimientos del cuerpo y de la cabeza.

Una las consecuencias de las lesiones del sistema del equilibrio es provocar lo que se denomina error retiniano, falta exactitud en la fijación de la mirada: el ojo no puede enfocar con precisión y como consecuencia el paciente sufre disminución de la agudeza visual y visión borrosa cuando se mueve.

El error retiniano provoca que la información visual y vestibular que reciben los centros nerviosos no sea la misma, de forma que se produce un conflicto sensorial. Para corregir este “error” los mecanismos de compensación que pone en marcha el cerebro deben ser favorecidos con la realización de ejercicios ayuden a la recuperación. La Realidad Virtual es capaz de disminuir este error: al provocar conflictos sensoriales que el paciente debe aprender a corregir, facilita la habituación y la desensibilización.

Existen diferentes dispositivos de Realidad Virtual para realizar la rehabilitación del equilibrio, por lo que a veces resulta difícil comparar los resultados obtenidos con cada uno de los equipos, pero todos coinciden en varios hechos:

  • La rehabilitación del equilibrio utilizando con Rehabilitación Tradicional y Realidad Virtual mejora de forma significativa la estabilización de la mirada, lo que ayuda en la desensibilización a los estímulos visuales que desorientan a estos pacientes. Este aspecto del uso del la Realidad virtual es muy importante, ya que los medios de que disponíamos eran escasos en este aspecto de la rehabilitación vestibular.
  • Los pacientes encontraron que la rehabilitación del equilibro utilizando Realidad Virtual es más agradable, más sencilla y provoca menos cansancio. Esto es también importante, pues un factor básico para obtener buenos resultados es la adherencia del paciente al programa de rehabilitación.
  • Los pacientes presentaron menos síntomas subjetivos tras la rehabilitación tanto a nivel de sensación de desequilibrio como de ansiedad.
  • En general se considera que el mínimo tiempo de exposición del paciente a entornos de Realidad Virtual para tratamiento del vértigo o desequilibrio debe ser de unos 150 minutos.
  • La utilización de Realidad Virtual en la rehabilitación vestibular está indicada en cualquier paciente susceptible de rehabilitación del equilibrio, pero en especial en aquellos que presentan sintomatología de vértigo visual o dependencia visual. Para ello es útil, valorar el aumento de la sintomatología que sufren en determinadas situaciones como supermercados, grandes almacenes, espacios abiertos…
  • Como efectos negativos, la Realidad Virtual puede provocar ciber-mareos (“cybersickness”), que incluyen síntomas tales como: malestar generalizado, mareos, nauseas, fatiga visual, dolores de cabeza, dolor epigástrico, sudor frío, sofoco, aumento de la salivación, eructos, somnolencia, vómitos… Los ciber-mareos no son una enfermedad sino una respuesta fisiológica a un estímulo inusual. En la mayoría de los pacientes los síntomas disminuyen en poco tiempo. Siempre es aconsejable después de la sesión de inmersión que el paciente descanse en la sala de espera al menos durante 15 minutos.

Resumen.

La realización de ejercicios en un entorno visual virtual mediante los diferentes dispositivos existentes de Realidad Virtual son claramente beneficiosos: disminuye los síntomas provocados por la estimulación visual, reduce la dependencia visual, potencia los mecanismos de habituación y adaptación y fomenta el uso de las habilidades vestíbulo- propioceptivas. La Realidad Virtual permite no solo diseñar ejercicios y juegos motivadores que hacen el tratamiento más atractivo y agradable, sino que permite también mejorar la concentración del paciente, aumentando su efectividad. Su mayor indicación se encuentra en los pacientes que sufren vértigo visual, actualmente englobados bajo la denominación Vértigo Postural Perceptivo Persistente.